El jueves pasado empezó mi gira de verano, la El Traje de Baño No Ocupa Lugar Tour, con un exitoso concierto en Riveira en el que conté con la colaboración de lo más granado de la escena musical local; a medida que se vayan confirmando las fechas las anunciaré a los cuatro vientos internáuticos.
LO QUE OCURRÍA BAJO EL AGUA EL DÍA DE PESCA
En un despacho ovalado bajo el arrecife, adornado de reliquias ondulantes, escafandras herrumbrosas, destellos de anzuelos plateados, un Pez Gordo se regodea en sus enormes agallas. Allí recibe a un mero principiante, y le recita la parábola del bacalao; la lección que surge de su abdomen viscoso se concreta en una burbuja donde el mero ve su reflejo deformado. A ésta le sigue otra burbuja donde ve con sus ojos estáticos a la larva que fue, y vislumbra la raspa de espinas que será, cuando las corrientes le lleven al Pacífico. Y sus escamas se tornan violáceas y crepitan y muestran a su dueño que no son protección suficiente.
Con su presencia imponente el Pez Gordo le anuncia al mero principiante a través de balbuceos de ahogado que ha sido ascendido a supervisor del enlatado de delicias de submarinista. Entonces
el mero principiante se acuerda del Gran Submarino, el monstruo sin corazón, el mito que escuchó en su juventud suspendida entre algas tenebrosas.
LO QUE OCURRÍA BAJO EL AGUA EL DÍA DE PESCA
En un despacho ovalado bajo el arrecife, adornado de reliquias ondulantes, escafandras herrumbrosas, destellos de anzuelos plateados, un Pez Gordo se regodea en sus enormes agallas. Allí recibe a un mero principiante, y le recita la parábola del bacalao; la lección que surge de su abdomen viscoso se concreta en una burbuja donde el mero ve su reflejo deformado. A ésta le sigue otra burbuja donde ve con sus ojos estáticos a la larva que fue, y vislumbra la raspa de espinas que será, cuando las corrientes le lleven al Pacífico. Y sus escamas se tornan violáceas y crepitan y muestran a su dueño que no son protección suficiente.
Con su presencia imponente el Pez Gordo le anuncia al mero principiante a través de balbuceos de ahogado que ha sido ascendido a supervisor del enlatado de delicias de submarinista. Entonces
el mero principiante se acuerda del Gran Submarino, el monstruo sin corazón, el mito que escuchó en su juventud suspendida entre algas tenebrosas.
Comentarios