"Aquí termina el testamento,
y acaba, del pobre Villon.
Venid a su entierro
cuando oigáis el carillón,
vestidos de rojo vivo,
pues murió mártir de amor;
esto juró sobre un cojón suyo,
cuando iba a partir del mundo."

François Villon (1431?-?), Otra Balada

UN DÍA DE PESCA

Partieron intrépidos una mañana (5 de la tarde, domingo), y, pertrechados de dos cañas y un truel (sic) se lanzaron hacia las ignotas marismas de Sada (qué pasada). Descendieron hasta una cala de aguas tranquilas (dos tíos altos con sendas cañas y un retaco de metro ochenta siguiéndoles con el truel).Tras varios lances desde rocas escarpadas se cobraron una pieza: una hermosa sandalia de plástico color carne. Lejos de preguntarse por su origen, fueron a festejar la captura. Por si fuera poco, el del truel capturó una hermosa caja de chicles trident vacía. (El dios griego del mar se representa casi siempre portando un tridente, eh, eh).
Se adentraron en la primera tasca marinera que encontraron (bar canalla), y, descubriéndose las cabezas (llevaban las gorras azules del club de pesca) celebraron la victoria del ingenio humano en la batalla contra los elementos.
Se dispusieron a preparar la cena,cuyo elemento central era el fruto de su arrojo (la sandalia color carne). Nada más aplicarle el fuego, los tres pescadores percibieron que el aire se impregnaba del aroma del petróleo quemado. Achacaron este hecho a la refinería más cercana y, con la barriga llena, concluyeron que llegará un día en que el ser humano se dará cuenta de que el petróleo no se puede comer. El dinero sí.

Comentarios

representándome ha dicho que…
no sería la sandalia del nota?

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