ARTÍCULOS DE TIPO PERIODÍSTICO II: LA MÁQUINA DE EDISON

"Cuesta imaginar que el venerable Confucio fuese ofreciendo sus servicios de experto en etiqueta y buenos modales en lugares donde aún se practicaban sacrificios humanos. Sin embargo, así ocurría."

Juan García Font, Dioses, ideas y símbolos de la China


hoy voy a hacerle un pequeño homenaje al gran Kapuscinski, periodista polaco fallecido a finales de enero; el único periodista al que respeto y admiro (además de a Hunter S. Thompson, pero por razones harto distintas), reportero desde bien joven en áfrica, sudamérica, irán...sus reportajes son un gran ejemplo de cómo se puede ser consciente del devenir de la historia humana formando parte de sus momentos y manifestaciones cruciales. en su libro Ébano recoge la historia reciente de áfrica desde la descolonización, proceso que vivió en primera persona y que relata con rigor y corazón (sí, al parecer es posible usar cerebro y cardio a la vez). un libro escrito por un tío valiente, observador y sensible.
hasta otra, maestro; no formas parte de la historia, formas parte de la eternidad.


MOONLIGHT SALOON

IV

Sigo hacia el noroeste si después de todo el sol aún está donde debería, y la fatiga no llega hasta que el cielo se tiñe de azul tinta y las estrellas enseñan su luz solitaria. Busco un sitio oculto para descansar y entonces a lo lejos veo a cuatro vaqueros jóvenes y sin temor alguno me acerco a ellos y veo que intentan encender un fuego. Se callan al verme, les ayudo y cuando el fuego ya está crepitando me preguntan mi nombre con acento de Wickenburg, se lo digo, bebemos güisqui. Se muestran cordiales hasta el punto de confesarme que les han robado el ganado, unas mil cabezas, y que el emperador ganadero va a matarlos, se lo imaginan escudriñando el horizonte desde su atalaya rifle en mano, esperándolos. Les digo que lo único que tienen que hacer es robarle el ganado a otros, y esos otros a su vez se lo robarán a otros, porque así fue al principio del mundo, antes de que Dios nos mandara las leyes, como sabe cualquiera aunque no fuera al colegio. Ahora se muestran de acuerdo y entusiasmados y saco el banjo y cantamos una canción:

Mi amor de La Rumorosa
tengo que cruzar la frontera
para reencontrarme con tu dulce aroma
para huir contigo a Punta Canoas

Si me ves despellejando un bisonte
ten en cuenta que lo hago por dinero
si me ayudas nos iremos antes
de que tu padre esté despierto

No hay balas en mi revólver
no hay sueños en mi mirada
sólo tengo ganas de estar contigo
allá donde nadie nos conozca

Mi amor de La Rumorosa...

Me despierto al amanecer tiritando y dispuesto a aprovechar la jornada. El más joven de los vaqueros se despierta al mismo tiempo que yo y en respuesta a su curiosidad le pongo al tanto de mi intención de cruzar el río Gila para seguir ruta por los montes Chocolate. Entonces él, con el misterio propio de las declaraciones juveniles, me dice ten cuidado, últimamente pasan cosas muy raras en los montes Chocolate.