DOS SONETOS (segunda parte)

Como ya dije, mi casa es muy vieja, de las primeras del Malecón de Riveira. Y el nombre de Evaristo Lanzada forma parte de su historia: al principio, mi casa era una escuela, y lo siguió siendo hasta la inmediata posguerra. La escuela estuvo regentada en su última etapa por dos hermanas, de las cuales mi abuela aún conserva fotos.
Después fue casa y consulta de Evaristo Lanzada, Doctor en Medicina, que murió a avanzada edad y soltero en 1964 tras un tiempo postrado en su gran cama de hierro , rosario en mano, en esta misma casa en la que yo encuentro su libreta en los últimos días del año 2007. Le vendió la casa a mis abuelos en 1960 con la condición de quedarse en ella hasta que llegara su hora, que sentía próxima. (Antes la gente llegaba a este tipo de acuerdos, cuando el Estado era más una razón por la que morir en el campo de batalla que una garantía de seguridad.) Según mi abuela, el doctor era un hombre solitario, melancólico y de buen corazón.
Abro la libreta. Garrapateados a lápiz en sus hojas amarillas, apenas visibles, algunos números, cuentas, facturas, gastos varios, cifras y monedas de otro mundo.
Paso las páginas. Más números. Y después, páginas en blanco. Ya estoy a punto de dejarlo cuando, tras atravesar un océano de considerable anchura, el de unas páginas vacías y olvidadas bajo décadas de polvo, me encuentro con dos náufragos.
Son dos poemas.

Comentarios

maripeli ha dicho que…
:-O ¿Tu casa tiene tanta historia? Mooooooola...
Espero esos poemas. Mientras tanto, me he leído Moonlight Saloon del tirón. Me apetecía ^^
representándome ha dicho que…
Esto suena a comienzo de una buena historia,vas a seguir el filón autocasagráfico?espero que salga de aquí algo más que dos poemas perdidos en el tiempo.

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