"-Bueno, había pensado que tal vez querrías algo bonito, hecho de plata o de oro, del que hay escondido en las montañas de Madrid o en la costa de Barcelona.
-Sí, hay algo que me puedes enviar: botas españolas de cuero español."
Bobby Dylan, Boots of Spanish leather
finalmente el homenaje a pinfloi será el viernes 27 de abril en el área critica, a las 22:30, con la banda del vespino y los atractivos de la carne como teloneros. be roger waters, mai frien.
MOONLIGHT SALOON
IX
No sé cuánto tiempo llevamos cabalgando. Los montes se inclinan sobre nosotros. Nos paramos y el jinete dice que me baje. Intento recobrar la perspectiva... estamos en un valle, la hierba centellea bajo el sol, hay palmeras y robles, y magnolios en flor. En la pendiente de los montes se abren cuevas por las que se asoma gente, hombres, mujeres, niños. Veo que los jinetes liberan al negro, éste se levanta, le sacuden el polvo, los aparta. Vuelve a mirarme. Toso un poco. Él también tose, cada vez más fuerte, y la tos se convierte en risa que retumba como el trueno. Sube hacia las cuevas y los jinetes le siguen, la gente me rodea y me mira curiosa. El jinete del lazo me pide que le siga. No sé qué otra cosa puedo hacer.
Las cuevas tienen terrazas y balcones, y varios riachuelos corren entre ellas formando saltos de agua, agua limpia y fresca. En una de estas terrazas, junto a un gran salto de agua, se yergue un trono de piedra. El negro se sienta en él. El jinete del lazo me agarra y me sitúa enfrente. El negro ya no se ríe. Se hunde los dedos en el estómago y saca una bala. Sólo fallaste dos veces, me dice. Sé que haces música y tu música honra al Señor. Su Reino se avecina, dice levantándose. Y todos debemos estar preparados y limpios de pecado, grita. La gente guarda un silencio sepulcral. Se oye cantar al mirlo, y su melodía me resulta extrañamente familiar.
Una mujer se avecina con un cántaro y el negro comienza a cantar con voz profunda; es un himno religioso que no entiendo muy bien, aunque tiene un fuerte acento del Sur. Recoge el cántaro y lo llena con el agua que cae desde las lejanas cumbres. Se acerca a mí, mete los dedos en el cántaro y me salpica en la frente. Vuelve a sentarse en el trono y cierra los ojos.
Los tres jinetes me agarran y me llevan zarandeándome de nuevo al prado. Espero que alguno de ellos me explique de qué va todo esto.
-Sí, hay algo que me puedes enviar: botas españolas de cuero español."
Bobby Dylan, Boots of Spanish leather
finalmente el homenaje a pinfloi será el viernes 27 de abril en el área critica, a las 22:30, con la banda del vespino y los atractivos de la carne como teloneros. be roger waters, mai frien.
MOONLIGHT SALOON
IX
No sé cuánto tiempo llevamos cabalgando. Los montes se inclinan sobre nosotros. Nos paramos y el jinete dice que me baje. Intento recobrar la perspectiva... estamos en un valle, la hierba centellea bajo el sol, hay palmeras y robles, y magnolios en flor. En la pendiente de los montes se abren cuevas por las que se asoma gente, hombres, mujeres, niños. Veo que los jinetes liberan al negro, éste se levanta, le sacuden el polvo, los aparta. Vuelve a mirarme. Toso un poco. Él también tose, cada vez más fuerte, y la tos se convierte en risa que retumba como el trueno. Sube hacia las cuevas y los jinetes le siguen, la gente me rodea y me mira curiosa. El jinete del lazo me pide que le siga. No sé qué otra cosa puedo hacer.
Las cuevas tienen terrazas y balcones, y varios riachuelos corren entre ellas formando saltos de agua, agua limpia y fresca. En una de estas terrazas, junto a un gran salto de agua, se yergue un trono de piedra. El negro se sienta en él. El jinete del lazo me agarra y me sitúa enfrente. El negro ya no se ríe. Se hunde los dedos en el estómago y saca una bala. Sólo fallaste dos veces, me dice. Sé que haces música y tu música honra al Señor. Su Reino se avecina, dice levantándose. Y todos debemos estar preparados y limpios de pecado, grita. La gente guarda un silencio sepulcral. Se oye cantar al mirlo, y su melodía me resulta extrañamente familiar.
Una mujer se avecina con un cántaro y el negro comienza a cantar con voz profunda; es un himno religioso que no entiendo muy bien, aunque tiene un fuerte acento del Sur. Recoge el cántaro y lo llena con el agua que cae desde las lejanas cumbres. Se acerca a mí, mete los dedos en el cántaro y me salpica en la frente. Vuelve a sentarse en el trono y cierra los ojos.
Los tres jinetes me agarran y me llevan zarandeándome de nuevo al prado. Espero que alguno de ellos me explique de qué va todo esto.
Comentarios
jajaj descojonate con la careta del brandi en mi fotolo XD
Sau2 f2 d2 Kurdo!!!LO!