LA CARACOLA
Una chica vivía en la llanura, donde no había nada ni nadie más. Su casa era de barro y paja y sus sueños sólo conocían las enormes extensiones de hierba seca que callaban bajo la mirada blanca de las estrellas.
Un día apareció en el horizonte un puntito que se movía muy despacio. La chica lo miraba desde la puerta de su casa. Al atardecer el puntito se había convertido en un hombre que se acercaba a ella.
Cuando estuvieron uno enfrente del otro, el hombre la saludó con sus ojos profundos y, extendiendo su mano de piel salada, le regaló una caracola. Le sonrió y se fue por donde había venido, convirtiéndose otra vez en un puntito en el horizonte hasta que desapareció.
La chica se sentó sobre la hierba con la caracola en las manos. Cuando llegó la noche y el silencio cubría la llanura, se acercó la caracola al oído.
Una chica vivía en la llanura, donde no había nada ni nadie más. Su casa era de barro y paja y sus sueños sólo conocían las enormes extensiones de hierba seca que callaban bajo la mirada blanca de las estrellas.
Un día apareció en el horizonte un puntito que se movía muy despacio. La chica lo miraba desde la puerta de su casa. Al atardecer el puntito se había convertido en un hombre que se acercaba a ella.
Cuando estuvieron uno enfrente del otro, el hombre la saludó con sus ojos profundos y, extendiendo su mano de piel salada, le regaló una caracola. Le sonrió y se fue por donde había venido, convirtiéndose otra vez en un puntito en el horizonte hasta que desapareció.
La chica se sentó sobre la hierba con la caracola en las manos. Cuando llegó la noche y el silencio cubría la llanura, se acercó la caracola al oído.
Comentarios
Estás feito un sensiblón!
campeón
Tú eres el siguiente!!!! Xp
La-Mer